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Que sigan agachando la cabeza.

El tiempo pone a cada persona en su sitio, ni mas ni menos; se por experiencia que él es el que manda, y lo que pasó ayer era cuestión de eso, de tiempo; las palabras tienden el defecto que se las lleva el viento, pero los gestos..., esos quedan en la memoria, y comienzan a hacer daño. Los síntomas son muy evidentes: cara de preocupación, risa falsa, nerviosismo, mirada perdida,... pero, sobre todo, dolor de cuello.

Y si a ese dolor de cuello no se le pone remedio, si no se cuida, puede que con el tiempo (otra vez él) se agrave, y entonces, se pasa mal, sobre todo en la calle, ¿verdad “compis”?

Bajo una chaqueta -que os otro de los síntomas-, se esconde mucha maldad, pero vamos, os voy a dar un consejo: ustedes seguid dando la espalda a una realidad que es mas grande que vosotros mismos. Nosotros no os lo vamos a impedir.

Que se os meta en la cabeza: nosotros no tenemos nada que ocultar, nosotros iremos siempre iremos con nuestra cabeza bien alta y, sobre todo, tendremos algo que dudo que ustedes tengáis en vuestra vida: el cariño de los niños, de los padres, y de la gente que os rodea.

Ya os llegará vuestra hora, pandilla de “frustrados”, como a cada cerdo en esta vida; pero ustedes seguid, seguid así, que las guantás sin mano -como la de ayer- duelen mas que todos los insultos juntos.

Y “ELLA QUE LO HA HECHO” algún día, no muy lejano, os dará vuestra merecido.

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