Ir al contenido principal

Su mirada


Hay miradas que buscamos desesperadamente entre la multitud, por que ansiamos vernos reflejados en ella. Hay miradas que dejan huella en nuestra alma y hay miradas que necesitamos que sean cómplices de nuestro caminar para que nuestro corazón siga latiendo.

Hay miradas que cuando nos son correspondidas dibujan en nuestros rostros sonrisas que iluminan todo a nuestro alrededor, y a veces nuestro alrededor pide a gritos que sea iluminado; simplemente, hay que compartir miradas.

Hay miradas que buscamos toda una vida. Hay miradas que guardan secretos bajo llave y hay miradas que, sólo de pensar que no la tendremos cerca, pueden hacernos daño.

Hay miradas esquivas, zalameras, eternas, sinceras, egoístas, nerviosas; las hay rabiosas, preocupadas, impotentes, soñadoras, tristes, enamoradas; quien no ha tenido enfrente alguna vez una mirada dubitativa, cansada, ilusionada o expectante. Hay miradas que sufren, que ríen, que lloran,... otras son capaces de trasmitirnos ira, y otras provocan escalofríos solo de pensar que algún día volveremos a toparnos con ella.

Hay miradas que buscan posarse en algún punto concreto para volver a encontrarse, y hay miradas que cuando se encuentran, la felicidad es el mejor regalo que ambas desprenden.

Hay miradas que cuando perseguimos la estela que proyectan, su sombra puede acallar los más dañinos de los rumores; y a su vez, hay rumores que comienzan a tener vida cuando hay miradas que los justifican.

Hay miradas cuyo rastro en el tiempo se nos antoja difícil de olvidar; en el fondo lo que tenemos es miedo a pasar de página. Hay miradas cuyos dueños son el dolor que palpamos en la cicatrices del tiempo.

Luego podemos encontrarnos con miradas que duran un suspiro, las hay que son muy fáciles de olvidar, pues apenas han llamado a la puerta de nuestra memoria y hay miradas que, cuando coinciden en nuestro recuerdo, evocan sonrisas que delatan que fuimos felices.

Hay miradas que permiten que nazcan las palabras y se escapen de nuestros labios antes de tiempo, pero reconozco que algunas miradas son la causa directa de que solo seamos capaces de pronunciar arrullos de silencios.

Se puede decir que hay multitud de miradas.

Pero, mirando esta fotografía, ¿puede decirme alguien que esconde su mirada?
P.D.: articulo publicado en:la web Cofrademania. com; en SentimientoCofrade.net y lalevantadigital.com

Comentarios

Entradas populares de este blog

Yo me enamoré de ti..

           Permíteme que levante la mano y que escriba lo que mi corazón siente cuando tu nombre seduce una vez más a mis labios. Permíteme que sea un arrabalero más entre la chusma selecta que escoge tus canciones para poder vivir sin anclajes sobre los atardeceres apaleados de este mundo.   Permíteme que me empape una vez más de tu pluma, del brillo bohemio de tus ojos, de tus muñecas condenadas, atadas y maniatadas a una guitarra y que sólo se liberan cuando tu voz le susurra a Cádiz que esa costilla de tierra millonaria es tu única patria, tu único cielo, tu único universo. Ser de ti es un lujo que la vida me tenía reservado en la esquina   de un pasodoble interminable, de esos que tú compones sin miedo, sin coloretes, sin purpurina caduca y sin febrero que deshojar, y que cuando mi garganta me lo canta por lo bajini, mi piel se eriza y se desgarra como si yo fuera un nostálgico comparsista que se la da de artista.   Juan Carlos , cuando la vida se me tuerc

Se muere...

El centro de Jerez se muere. Está sentenciado. No tiene remedio; lleva meses desahuciado, y sólo falta poner sobre su lápida vital la fecha de su defunción. Duele escribir con la cólera entre los dedos y la impotencia en los labios, pero más duele ver como el jerezano de a pie mira para otro lado y saca su mirada conformista una vez más. Y como yo escribo en base a lo que siento, y de conformista ya me queda poco, junto palabras desde la rabia, la furia y la resignación que me trasmiten los ojos de esos amigos que en su día apostaron sus ahorros y sus sueños en levantar un negocio en el centro, … y ahora ven cómo el centro se va convirtiendo en un desolador cementerio. Y ya saben lo que uno encuentra cuando visita campo santo: recuerdos, nostalgias, humedades, … Quizás por eso las grandes firmas huyan despavoridas de sus enclaves estratégicos sin mirar atrás, antes de que sus clientes les paguen con coronas de flores. Quizás tenga que ver algo las chapuzas de a

Un eterno hombre COBARDE... y sus ETERNOS hombres bonitos

Cádiz, ven.. déjame que te tome de la cintura para dar un paseo por la orilla de tus susurros, y permíteme que dibuje sobre la caricia de cada ola la historia de un niño que se hizo grande entre cobardes y milagros . Prometo que no te entretendré mucho.. Sé que llevas unos días cosiéndole al atardecer sombras y ecos donde los suspiros pedirán perderse entre tipos y coloretes; sé que estas sacándole brillo a los zaguanes de las casapuertas para que las voces que hablan por ti contagien de vida a propios y a extraños; sé que te están dejando reluciente ese castillo de papelillos donde las ilusiones se maquillan con esperas y nervios;… pero yo necesito contarte la historia de uno de los tuyos. Así que, descálzate y ponte cómoda.. Se trata de uno de esos requiebros al que tú le distes la vida -un mes de febrero-, y que nació con el don de quererte y de llevarte entre sonrisillas por todos los confines del mundo. Se trata de uno de esos locos de atar que doremif