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Mostrando entradas de diciembre, 2011

El beso que no te dí.

La mañana sorprendió a la luna rebuscando entre las azoteas la silueta de esa marea que porfiaba con la dulzura. A lo lejos se le intuía impacientándose por dentro pues, apenas le quedaba tiempo al desvelarse un nuevo día. Los vientos que la envolvían con las nubes se conjugaron y el reflejo de su grandeza le mostraron a eso del mediodía. Al resignarse a su suerte solo pudo enarcar las cejas y asumir la condena añeja de no poder ir a verte. En un rincón de tu capilla depositó entre lágrimas de alegría el beso que siempre te prometía al separarse de ese rincón de Sevilla. Pero un niño que por allí correteaba se encaprichó de ese presente esfumándose ese regalo, de repente pues en sus manos se desgranaba. Sin darse cuenta de lo que hizo siguió jugueteando por Triana sin saber que una promesa expiraba y la luna -en silencio-, se deshizo. Al acercarme a prender mi plegaria en el talle de tu cintura, envidié la inocencia de esa criatura que ante tus plantas no temblaba. Pues asistí como por

No tardes.

Antes de que la luz de tu sonrisa vuelva a iluminar la faz de nuestra tierra, déjame que me acerque hasta tu pequeño pesebre y desnude mis palabras envolviéndolas entre lagrimas. A los pies de tu pesebre encontrarás este grito susurrado para que lo escuches con calma, y tu decidas que hacer. Antes de irme he visto como a estas horas todos se están afanando para que se vuelva a producir el milagro de tenerte entre nosotros. Entre las telarañas he podido ver la felicidad que tu padre se guarda entre silencios de incertidumbre y serrín; he visto cómo una mula y un buey se remendaban para darte calor cuando sueltes los primeros suspiros; a lo lejos he visto cómo suenan una panderetas con ritmo de festejos, y entre los cristales sucios he visto cómo tu Madre se acerca a otear el futuro que te espera, y al mirarlo, se calla la pena y su mirada tiembla cuando siente como van a arrancarle la piel a tiras cuando te toque redimir los pecados de un Hombre que aun no conoces. Entre los resquicios