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Mostrando entradas de enero, 2013

Un poquito de cariño.

Antes de que pliegues este artículo en algún pasillo de tus recuerdos, me gustaría que te asomaras a una ventana, un balcón también nos vale, y que te fijaras, serenamente, sobre el horizonte que nos dibuja estos días el firmamento. Si a la hora de leerlo la lluvia está besando tejados y canaletas, espérate a que escampe, y con sosiego préstale tu atención a ese lienzo que cada tarde se descuelga del marco para descansar y te darás cuenta, sin apenas esforzarte, sin apenas parpadear, de que ya no están entre nosotros las nubes de la hipocresía, esas que se alimentan de los escaparates de diciembre, y que a mediados del mes de enero huyen recelosas ante la idea de jalar de nuestras manos ante cuestas interminables. Por más años que se acumulan en mis huesos, al alejarse estas fiestas me sigue sorprendiendo la actitud que toman algunos humanos que viven al son que marcan las hojas del calendario. El que es bueno por naturaleza, respira bondad a cada paso que da, compar

Una lección de humanidad.

Dentro de la amalgama de secretos que uno susurra al aire para que éste vaya amasando la verdad de este simple escriba - el mismo que sigue persiguiendo el sueño de que alguien pasee sus labios por entre sus letras-, se encuentra alojado el de la ingenuidad que inunda mis sentidos al asomarse por Oriente la luna del 5 de enero. Es la noche donde el frio apenas tiene cabida; donde los años no nos pesan cuando tenemos que inclinarnos tras un simple caramelo; donde las arrugas se esconden entre bolsillos cargados de envoltorios vacíos y de empujones cuando regresamos a casa, y donde las estrellas, esas que acompañan nuestros desvelos en cada madrugada, se nos antojan lejanas e inalcanzables cuando pretendemos enredarlas entre nuestros dedos con la intención de atarlas al filo de nuestra ventana con un gran lazo rojo. Es a la única noche del año a la que no le atosigo con mil preguntas para que sus respuestas arropen a los silencios de mi almohada, puesto que realmente lo q