Ir al contenido principal

Días de fiesta


Apareciste en mi vida de repente, sin apenas hacer ruido, caminando de puntillas para no despertar a una mañana que se estaba vistiendo de festejos con los pliegues de tu mirada.

El camino que hemos recorrido desde entonces no ha sido fácil; ha habido miedos y dudas que como buenos seres humanos pidieron refugio en nuestras cinturas y hemos sido cómplices el uno del otro para taparle la boca a unos cuantos envidiosos que jamás le ganaran la batalla al sol cuando éste se pierda por el horizonte.

Podría contaros cómo es la mujer que la vida me ha regalado, pero permitidme que guarde silencio para seguir anclándome a sus manos cuando la multitud ocupe las calles y dejadme que busque el roce de sus dedos en el momento en el que las aceras caminen vacías.

Me siento el ser más grande de la tierra cuando estoy a su lado, y cuando estoy a su lado me falta tierra por muy grande que ésta sea para poder sentirla.  

Sus ojos son la armadura que protegen a los míos, en su boca encuentro el arrojo para enumerar mis fallos y su corazón sigue latiendo al compás del mío cuando las sogas aprietan nuestros cuellos y retrasan nuestros sueños.

En sus palabras encuentro consejos, en sus abrazos esquivo al frío y en mis arrebatos se acomoda el aire necesario para seguir respirando.  

Desde que apareció en mi vida, recorro las cicatrices de mi piel con la luz apagada y a la sombra de sus caricias, de sus sonrisas, de sus andares; de sus susurros, de sus pellizcos, de sus lágrimas;…

Un día cualquiera como el de hoy quiero que sepan que en el calendario de casa los días están enmarcados en rojo con la tinta de su nombre, porque desde que entró en mi vida, todos los días son días de fiesta.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Yo me enamoré de ti..

           Permíteme que levante la mano y que escriba lo que mi corazón siente cuando tu nombre seduce una vez más a mis labios. Permíteme que sea un arrabalero más entre la chusma selecta que escoge tus canciones para poder vivir sin anclajes sobre los atardeceres apaleados de este mundo.   Permíteme que me empape una vez más de tu pluma, del brillo bohemio de tus ojos, de tus muñecas condenadas, atadas y maniatadas a una guitarra y que sólo se liberan cuando tu voz le susurra a Cádiz que esa costilla de tierra millonaria es tu única patria, tu único cielo, tu único universo. Ser de ti es un lujo que la vida me tenía reservado en la esquina   de un pasodoble interminable, de esos que tú compones sin miedo, sin coloretes, sin purpurina caduca y sin febrero que deshojar, y que cuando mi garganta me lo canta por lo bajini, mi piel se eriza y se desgarra como si yo fuera un nostálgico comparsista que se la da de artista.   Juan Carlos , cuando la vida se me tuerc

Se muere...

El centro de Jerez se muere. Está sentenciado. No tiene remedio; lleva meses desahuciado, y sólo falta poner sobre su lápida vital la fecha de su defunción. Duele escribir con la cólera entre los dedos y la impotencia en los labios, pero más duele ver como el jerezano de a pie mira para otro lado y saca su mirada conformista una vez más. Y como yo escribo en base a lo que siento, y de conformista ya me queda poco, junto palabras desde la rabia, la furia y la resignación que me trasmiten los ojos de esos amigos que en su día apostaron sus ahorros y sus sueños en levantar un negocio en el centro, … y ahora ven cómo el centro se va convirtiendo en un desolador cementerio. Y ya saben lo que uno encuentra cuando visita campo santo: recuerdos, nostalgias, humedades, … Quizás por eso las grandes firmas huyan despavoridas de sus enclaves estratégicos sin mirar atrás, antes de que sus clientes les paguen con coronas de flores. Quizás tenga que ver algo las chapuzas de a

Un eterno hombre COBARDE... y sus ETERNOS hombres bonitos

Cádiz, ven.. déjame que te tome de la cintura para dar un paseo por la orilla de tus susurros, y permíteme que dibuje sobre la caricia de cada ola la historia de un niño que se hizo grande entre cobardes y milagros . Prometo que no te entretendré mucho.. Sé que llevas unos días cosiéndole al atardecer sombras y ecos donde los suspiros pedirán perderse entre tipos y coloretes; sé que estas sacándole brillo a los zaguanes de las casapuertas para que las voces que hablan por ti contagien de vida a propios y a extraños; sé que te están dejando reluciente ese castillo de papelillos donde las ilusiones se maquillan con esperas y nervios;… pero yo necesito contarte la historia de uno de los tuyos. Así que, descálzate y ponte cómoda.. Se trata de uno de esos requiebros al que tú le distes la vida -un mes de febrero-, y que nació con el don de quererte y de llevarte entre sonrisillas por todos los confines del mundo. Se trata de uno de esos locos de atar que doremif