Ir al contenido principal

Hace 23 años...


… mi vida cambio por completo. Mi piel y mis latidos apenas llevaban once años de idilio en esta tierra cuando vi tu carita por vez primera en un nido de hospital.

Llegué hasta ti con los nervios en la boca y la inocencia del silencio en la mirada, intuyendo que desde ese instante serías algo más que la niña de mis ojos.

Estabas dormida, soñando con tardes de albero y con capas con olor a  incienso de Martes Santo, y al rozar tus mofletes rosados, nos dijimos de todo sin apenas decir palabra.

La primera vez que te tuve entre mis brazos desenvolví uno de esos regalos que la vida de vez en cuando nos ofrece, justo cuando el corazón late con más tristeza si cabe; y desde aquel primer biberón que te di -con miedo a que te atoraras-, mis noches se visten de festejos, entre izquierdos que rompen los pasillos de nuestra fe y el tono de una simple copla que hace que al escucharte se dibuje la sonrisa más sincera del día.

Te he visto crecer desde la atalaya del orgullo, desde el aplauso eterno a tu constancia, desde el saber que al menos he hecho algo bien en la vida.

Quisiera detener el tiempo y llevarte de nuevo adosada a mi sombra, cogerte en hombros y recorrer descalzos la orilla de tu infancia, contarte el cuento del que nunca llegábamos a saber el final,…pero te me haces mayor en cada bocanada de aire.

Sabes que soy de naturaleza imperfecta, y si alguna vez tuviste la sensación de que he sido injusto contigo o con tus circunstancias,… desde aquí te pido perdón; todo lo que hago es por tu bien, nunca por el mío.

Si quieren otro día seguimos desde aquí arreglando el mundo, pero hoy permítanme que me detenga en el mundo de Teresa.

Muchas Felicidades.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Yo me enamoré de ti..

           Permíteme que levante la mano y que escriba lo que mi corazón siente cuando tu nombre seduce una vez más a mis labios. Permíteme que sea un arrabalero más entre la chusma selecta que escoge tus canciones para poder vivir sin anclajes sobre los atardeceres apaleados de este mundo.   Permíteme que me empape una vez más de tu pluma, del brillo bohemio de tus ojos, de tus muñecas condenadas, atadas y maniatadas a una guitarra y que sólo se liberan cuando tu voz le susurra a Cádiz que esa costilla de tierra millonaria es tu única patria, tu único cielo, tu único universo. Ser de ti es un lujo que la vida me tenía reservado en la esquina   de un pasodoble interminable, de esos que tú compones sin miedo, sin coloretes, sin purpurina caduca y sin febrero que deshojar, y que cuando mi garganta me lo canta por lo bajini, mi piel se eriza y se desgarra como si yo fuera un nostálgico comparsista que se la da de artista.   Juan Carlos , cuando la vida se me tuerc

Se muere...

El centro de Jerez se muere. Está sentenciado. No tiene remedio; lleva meses desahuciado, y sólo falta poner sobre su lápida vital la fecha de su defunción. Duele escribir con la cólera entre los dedos y la impotencia en los labios, pero más duele ver como el jerezano de a pie mira para otro lado y saca su mirada conformista una vez más. Y como yo escribo en base a lo que siento, y de conformista ya me queda poco, junto palabras desde la rabia, la furia y la resignación que me trasmiten los ojos de esos amigos que en su día apostaron sus ahorros y sus sueños en levantar un negocio en el centro, … y ahora ven cómo el centro se va convirtiendo en un desolador cementerio. Y ya saben lo que uno encuentra cuando visita campo santo: recuerdos, nostalgias, humedades, … Quizás por eso las grandes firmas huyan despavoridas de sus enclaves estratégicos sin mirar atrás, antes de que sus clientes les paguen con coronas de flores. Quizás tenga que ver algo las chapuzas de a

Un eterno hombre COBARDE... y sus ETERNOS hombres bonitos

Cádiz, ven.. déjame que te tome de la cintura para dar un paseo por la orilla de tus susurros, y permíteme que dibuje sobre la caricia de cada ola la historia de un niño que se hizo grande entre cobardes y milagros . Prometo que no te entretendré mucho.. Sé que llevas unos días cosiéndole al atardecer sombras y ecos donde los suspiros pedirán perderse entre tipos y coloretes; sé que estas sacándole brillo a los zaguanes de las casapuertas para que las voces que hablan por ti contagien de vida a propios y a extraños; sé que te están dejando reluciente ese castillo de papelillos donde las ilusiones se maquillan con esperas y nervios;… pero yo necesito contarte la historia de uno de los tuyos. Así que, descálzate y ponte cómoda.. Se trata de uno de esos requiebros al que tú le distes la vida -un mes de febrero-, y que nació con el don de quererte y de llevarte entre sonrisillas por todos los confines del mundo. Se trata de uno de esos locos de atar que doremif