Ir al contenido principal

Deberes en verano

Parece ser que cuando uno se saca el carnet de maestro firma una cláusula en alguna parte en la que deja constancia que al llegar las vacaciones de verano -junto a las notas-, se compromete a adjuntar una serie de recomendaciones para que sus alumnos hagan deberes en verano.

Una manera de contentar a los padres, seguid enriqueciendo el bolsillo de las editoriales y fastidiar a los alumnos.

Por mi experiencia en las aulas ese trabajo que se tiende a realizar cuando no hay hora marcada para levantarse y vamos a todas partes en chanclas no sirve para absolutamente nada, como tantas otras chorradas educativas.

Y hete aquí que este pensamiento que vaga por mi cabeza es compartido por un profesor de secundaria de Italia -Cesare Cata-, que en vez de proponer una lista aburrida y tediosa de tareas ha elaborado una serie de premisas  donde la lógica y la humanidad se dan la mano.

Veo al menos que no estoy sólo en esta cruzada.

Este valiente les pide a sus alumnos que sean felices, que escuchen a sus sentimientos, que se dejen llevar por la música,… pero sobre todo, les invita a que lean.

¿Habrá mejor consejo que perderse entre los silencios de una buena lectura, sentirse el protagonista de mil historias y tened armas para rebelarse contra el mundo?  

Cada maestrillo tiene su librillo, pero a ver si los de mi gremio se enteran que al igual que ellos necesitan desconectar de la rutina de las pizarras, de las entrevistas de padres, de las evaluaciones,… los niños necesitan sentirse como niños, actuad como niños, ser niños… y respirar, sonreír, vivir sin las ataduras de un sistema educativo anclado en el tiempo y que -queramos o no queramos-, están haciendo que los alumnos de hoy en día sean simples marionetas.

Leed, que las lecturas sí que son para el verano.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Yo me enamoré de ti..

           Permíteme que levante la mano y que escriba lo que mi corazón siente cuando tu nombre seduce una vez más a mis labios. Permíteme que sea un arrabalero más entre la chusma selecta que escoge tus canciones para poder vivir sin anclajes sobre los atardeceres apaleados de este mundo.   Permíteme que me empape una vez más de tu pluma, del brillo bohemio de tus ojos, de tus muñecas condenadas, atadas y maniatadas a una guitarra y que sólo se liberan cuando tu voz le susurra a Cádiz que esa costilla de tierra millonaria es tu única patria, tu único cielo, tu único universo. Ser de ti es un lujo que la vida me tenía reservado en la esquina   de un pasodoble interminable, de esos que tú compones sin miedo, sin coloretes, sin purpurina caduca y sin febrero que deshojar, y que cuando mi garganta me lo canta por lo bajini, mi piel se eriza y se desgarra como si yo fuera un nostálgico comparsista que se la da de artista.   Juan Carlos , cuando la vida se me tuerc

Se muere...

El centro de Jerez se muere. Está sentenciado. No tiene remedio; lleva meses desahuciado, y sólo falta poner sobre su lápida vital la fecha de su defunción. Duele escribir con la cólera entre los dedos y la impotencia en los labios, pero más duele ver como el jerezano de a pie mira para otro lado y saca su mirada conformista una vez más. Y como yo escribo en base a lo que siento, y de conformista ya me queda poco, junto palabras desde la rabia, la furia y la resignación que me trasmiten los ojos de esos amigos que en su día apostaron sus ahorros y sus sueños en levantar un negocio en el centro, … y ahora ven cómo el centro se va convirtiendo en un desolador cementerio. Y ya saben lo que uno encuentra cuando visita campo santo: recuerdos, nostalgias, humedades, … Quizás por eso las grandes firmas huyan despavoridas de sus enclaves estratégicos sin mirar atrás, antes de que sus clientes les paguen con coronas de flores. Quizás tenga que ver algo las chapuzas de a

Un eterno hombre COBARDE... y sus ETERNOS hombres bonitos

Cádiz, ven.. déjame que te tome de la cintura para dar un paseo por la orilla de tus susurros, y permíteme que dibuje sobre la caricia de cada ola la historia de un niño que se hizo grande entre cobardes y milagros . Prometo que no te entretendré mucho.. Sé que llevas unos días cosiéndole al atardecer sombras y ecos donde los suspiros pedirán perderse entre tipos y coloretes; sé que estas sacándole brillo a los zaguanes de las casapuertas para que las voces que hablan por ti contagien de vida a propios y a extraños; sé que te están dejando reluciente ese castillo de papelillos donde las ilusiones se maquillan con esperas y nervios;… pero yo necesito contarte la historia de uno de los tuyos. Así que, descálzate y ponte cómoda.. Se trata de uno de esos requiebros al que tú le distes la vida -un mes de febrero-, y que nació con el don de quererte y de llevarte entre sonrisillas por todos los confines del mundo. Se trata de uno de esos locos de atar que doremif