Ir al contenido principal

Bajo el sol


             Que verdad más precisa es aquella que dice que el ser humano es esa especie que habita esta adorada tierra que no está conforme con nada de lo que tiene a su alcance, ya sea producto de su esfuerzo, ya sea por un golpe de suerte.

Cuando somos presos del calor -como nos sucede en estos días-, añoramos los fríos del invierno,… y cuando lleguen esos fríos, extrañaremos estas noches de desvelos y paseítos con helado.

Y una de estas personas que más a disgusto está con la situación que le está tocando vivir en estos amaneceres del mes de julio es una vecina de mi peculiar barriada, puesto que el trabajo que están llevando a cabo los obreros del carril bici a primera hora de la mañana la tienen… por así decirlo… algo disgustada.

Ella no comprende cómo esas personas -que lo único que hacen es ganarse su pan con el sudor de su frente-, tienen que dar martillazos a las ocho de la mañana… hora a la que precisamente ella abre la puerta de su casa para recoger sus agotadas piernas.

Se la escucha gritar -por ahora con educación por las redes sociales-, su malestar general con la vida y con el entorno que la rodea,… pensando que esos pobres albañiles tomaran conciencia de sus gritos exasperados y subirán a su dormitorio a cantarle una nana.

Pero lo mejor de esta cruzada mañanera es la empatía que está provocando  su situación en personas que están sufriendo algo similar; personas que en su puñetera vida han doblado el espinazo y que nacieron con el latido de la queja cosido bajo el brazo.


En fin… serán estas olas de calor las culpables de todo esto,… pero si nos detuviéramos a valorar la suerte que tenemos los que no tenemos que trabajar bajo el sol… otro gallo nos cantaría al irnos a descansar. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Yo me enamoré de ti..

           Permíteme que levante la mano y que escriba lo que mi corazón siente cuando tu nombre seduce una vez más a mis labios. Permíteme que sea un arrabalero más entre la chusma selecta que escoge tus canciones para poder vivir sin anclajes sobre los atardeceres apaleados de este mundo.   Permíteme que me empape una vez más de tu pluma, del brillo bohemio de tus ojos, de tus muñecas condenadas, atadas y maniatadas a una guitarra y que sólo se liberan cuando tu voz le susurra a Cádiz que esa costilla de tierra millonaria es tu única patria, tu único cielo, tu único universo. Ser de ti es un lujo que la vida me tenía reservado en la esquina   de un pasodoble interminable, de esos que tú compones sin miedo, sin coloretes, sin purpurina caduca y sin febrero que deshojar, y que cuando mi garganta me lo canta por lo bajini, mi piel se eriza y se desgarra como si yo fuera un nostálgico comparsista que se la da de artista.   Juan Carlos , cuando la vida se me tuerc

Se muere...

El centro de Jerez se muere. Está sentenciado. No tiene remedio; lleva meses desahuciado, y sólo falta poner sobre su lápida vital la fecha de su defunción. Duele escribir con la cólera entre los dedos y la impotencia en los labios, pero más duele ver como el jerezano de a pie mira para otro lado y saca su mirada conformista una vez más. Y como yo escribo en base a lo que siento, y de conformista ya me queda poco, junto palabras desde la rabia, la furia y la resignación que me trasmiten los ojos de esos amigos que en su día apostaron sus ahorros y sus sueños en levantar un negocio en el centro, … y ahora ven cómo el centro se va convirtiendo en un desolador cementerio. Y ya saben lo que uno encuentra cuando visita campo santo: recuerdos, nostalgias, humedades, … Quizás por eso las grandes firmas huyan despavoridas de sus enclaves estratégicos sin mirar atrás, antes de que sus clientes les paguen con coronas de flores. Quizás tenga que ver algo las chapuzas de a

Un eterno hombre COBARDE... y sus ETERNOS hombres bonitos

Cádiz, ven.. déjame que te tome de la cintura para dar un paseo por la orilla de tus susurros, y permíteme que dibuje sobre la caricia de cada ola la historia de un niño que se hizo grande entre cobardes y milagros . Prometo que no te entretendré mucho.. Sé que llevas unos días cosiéndole al atardecer sombras y ecos donde los suspiros pedirán perderse entre tipos y coloretes; sé que estas sacándole brillo a los zaguanes de las casapuertas para que las voces que hablan por ti contagien de vida a propios y a extraños; sé que te están dejando reluciente ese castillo de papelillos donde las ilusiones se maquillan con esperas y nervios;… pero yo necesito contarte la historia de uno de los tuyos. Así que, descálzate y ponte cómoda.. Se trata de uno de esos requiebros al que tú le distes la vida -un mes de febrero-, y que nació con el don de quererte y de llevarte entre sonrisillas por todos los confines del mundo. Se trata de uno de esos locos de atar que doremif