El curso escolar acaba de comenzar a dar sus
primeros pasitos por el mes de septiembre, y el objetivo que se nos plantea
este año desde los colegios y escuelas infantiles de Jesús-María no es otro que “Tirar del Hilo”.
Una
frase que se puede aplicar no sólo al mundo de la educación, sino que es extensible
a cualquier otro ámbito de nuestra vida.
Porque
en definitiva, el ser humano se presenta como una madeja de preocupaciones, de
inquietudes, de miedos; de momentos felices, de risas y lágrimas, de latidos
inolvidables; de bienvenidas, de despedidas, de sueños por perseguir;…
Tirar
del hilo es una metáfora en sí misma de lo que somos y de lo que podemos llegar
a ser.
Pero,
¿quién no esconde en lo más profundo de sus costuras ese secreto que desvelamos
sólo cuando la confianza se hace presente delante de nosotros sin apenas
pronunciar palabra?
Y
esa parte del objetivo es la que me gusta, ya que nos invita a que tendamos la
mano en ayudar a los que están más cerca de nosotros, esos que conforman realmente
nuestro día a día, y dejemos a un lado el egoísmo que nos aprisiona dándonos un
poquito a los demás.
Tiremos
del hilo siempre que veamos a alguien con la mirada perdida, cuando las huellas
que va dejando marcadas tras de sí sean tristes, cuando sus ojos sólo vean
nubarrones de impotencias.
Tiremos
del hilo cuando veamos que alguno de nosotros necesite un abrazo, un simple
beso en la mejilla o la única solución posible sea romper una ventana para que
por ella entren nuevos aires.
Tiremos
del hilo cuando lo necesiten nuestros amigos, alumnos, familiares,…la vida es
un regalo que a veces comienza a florecer cuando nos deshacemos del nudo que no
nos deja respirar.
Y
recuerda, al ayudar a alguien nos estamos ayudando realmente a nosotros mismos.
Comentarios
Publicar un comentario