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Mostrando entradas de diciembre, 2016

Nació en Belén...

El Rey de Reyes vino a nacer cuando el sol de la tarde quebró su última mirada sobre un portalito oscuro y llenito de telarañas, y San José andaba calentando agua para que su esposa María tuviera un parto sin dolor. Ambos se tenían el uno al otro. Y los dos vivían bajo la confianza de un Dios bueno que no les iba a soltar la mano. En las ventanas de las casas cercanas, el frío se asomaba para intentar quedarse, y en el cielo una cohorte de ángeles afinaban sus instrumentos para decirle a la humanidad que el Mesías acababa de reinar sobre la faz de la tierra. Fue justo con la primera sonrisa y el primer balbuceo de ese niño cuando la Historia del ser humano comenzó a caminar por la vereda de la verdad… y desde ese día existe una orilla en el horizonte de nuestros latidos a la que llamamos esperanza. Así vino al mundo la razón de mi existencia. Así nació el hombre en el que este humilde junta letras cree. Así debió ser y así lo recuerdo cada año cuando l

Esperanza...

Según la Real Academia Española de la Lengua, la primera definición que le otorga a la palabra esperanza es la de “ese estado de ánimo que surge en la persona de uno cuando se presenta como alcanzable aquello que se desea”. Si yo fuera académico en esta ilustre institución española, me batiría en duelo con quien fuera para incluir una estampa de la Virgen de la Esperanza -aquella que vive en San Gil-, para que su rostro fuera la primera definición y única de la palabra esperanza. Y es que nosotros, los cofrades del sur, necesitamos de ese rostro en nuestras vidas para saber que todo irá bien, que todo marchará bien, que todo se dará como Ella quiera que se dé. Porque estando la Esperanza de por medio nada malo nos puede suceder. Ese nombre es el tintero donde Dios vertió su mirada para crear el mundo en seis días. Ese nombre es el horizonte donde los problemas se toman un respiro, el motivo para seguir viviendo, la razón que encontramos para seguir peleándono

Quiéranse un poquito...

La llegada del último mes del año al calendario trae consigo no solo frío y consumo, sino que permite desenroscar el tarro de las falsedades para que el mundo se maquille a gusto antes de salir de casa. Cada uno lo hará dependiendo del miedo que le tenga a esta sociedad, que lo mismo te señala con el dedo para aplaudirte, que lo mismo te ajusticia con el látigo de la indiferencia.   Y es que con estas fechas donde las calles se adornan y los villancicos resuenan, parece ser que todos debemos de volvernos un poquito más buenos; todos debemos de volvernos un poquito más educados; todos debemos de fingir un poquito más que de costumbre. En breve habrá que poner mensajes a decenas de contactos deseando primero, unas Felices Fiestas ; luego, una Feliz Navidad ; y por último, un Feliz Año Nuevo . En breve habrá que entrar y salir de las tiendas con una sonrisa en la mano para sujetar la puerta y con los brazos cargados de regalos que ya veremos cómo pagamos. En breve

Esencia a canela y clavo..

Existen sonrisas que al dibujarse en la cara nos permiten ver el interior de nuestra alma; es la llave que abre la puerta de nuestra piel, la que permite que las miradas se queden ancladas a nuestros labios, el gesto que hace que los miedos se pierdan al ofrecernos sosiego… La que pude ver en la cara de mi amiga Irene Gallardo Flores hace un par de noches en el Círculo Mercantil de Sevilla al presentarnos a su tercer hijo de papel era radiante, verdadera, satisfecha,… Y es que estaba feliz, irradiaba felicidad, contagiaba felicidad; y tenía más que motivos para ello. Esencia de la Semana Santa es un regalo que Irene nos ha hecho para pasear entre nostalgias y fotografías con sabor a sepia. Esencia de la Semana Santa es un ramillete de añoranzas que de la mano de Irene iremos descubriendo al callejear de puntillas por los calendarios del pasado. Esencia de la Semana Santa es un puñado de conversaciones a media voz con amigos de Irene que le dan sentido a los l